NACION ISLAMICA DE PALESTINA
JEFATURA SUPREMA
S.A.R
PRINCIPE ALÍ MUHAMMAD BIN FAISAL AL-SAUD
Hijo
de Faisal bin Abdul-Aziz Al-Saud (La Paz y la bendición de Allah sea con él)
Guardian
de la Ciudad Santa Islámica de Jerusalén y del Noble Santuario de La Mezquita
de Al-Aqsa y de la Qubbat al-Sajra,
y por la Compasividad y la Misericordia de Allah Jefe Supremo de la Nación.
MENSAJE ESPECIAL A
LA ASAMBLEA GENERAL DE LA ONU
Salaam Aleikum
Estimados
miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas, distinguidos
representantes permanentes y observadores de los países presentes, y queridos
amigos del mundo:
Es
un honor para mí dirigirme a ustedes hoy en calidad de Jefe Supremo de la
Nación Islámica de Palestina, mi nombre es Ali Muhammad, hijo del fallecido Rey
Faisal de Arabia Saudita, (que las bendiciones de Allah estén con él), y de
Saffiya bin Ibrahim, una mujer Palestina expulsada en 1948. Estoy aquí para
expresar nuestro firme compromiso con la paz y la reconciliación en nuestra
región, así como para abordar el tema del reconocimiento de la Resolución 181
de las Naciones Unidas, adoptada en 1947.
No
en vano deseo ratificar ante ustedes que es un honor estar aquí hoy como
representante de la Nación Islámica de Palestina. Y como líder supremo de
nuestro pueblo, me dirijo a ustedes para expresar nuestro firme compromiso con
la paz y la reconciliación en nuestra región. Reconocemos plenamente la
importancia y relevancia de la Resolución 181 de las Naciones Unidas, adoptada
en 1947, que establece el plan de partición para Palestina.
Este
reconocimiento es un paso crucial hacia adelante en nuestro camino hacia la paz
duradera. Es hora de dejar atrás los desacuerdos y las divisiones del pasado, y
buscar una solución justa y viable para todas las partes involucradas.
Expresamos
nuestro sincero interés en sentarnos a dialogar con el Estado de Israel para
negociar un acuerdo que defina nuestras fronteras terrestres y marítimas.
Creemos firmemente que esto nos permitirá convertirnos en dos Estados
soberanos, vecinos pacíficos y prósperos. Nuestra aspiración es la coexistencia
mutua y pacífica, basada en el respeto mutuo y la igualdad de derechos para
todos.
Sin
embargo, es necesario destacar que existe un malentendido por parte de Israel
respecto a nuestra intención de convertirnos en una nación independiente y
soberana, de acuerdo con lo establecido en la Resolución 181 de la ONU. Es un
error que debemos corregir y aclarar. Nadie puede desalentar ni obstaculizar el
proceso hacia la paz, sino más bien asegurar que se cumpla lo acordado y lograr
una verdadera paz basada en la igualdad y la coexistencia pacífica.
Nuestra
lucha no es contra el Estado de Israel en sí mismo, sino contra la ocupación y
la opresión que hemos enfrentado durante décadas. Buscamos establecer un Estado
palestino viable y sostenible al lado de Israel, en base a la justicia y el
respeto mutuo. Reconocemos el derecho de Israel a vivir en paz y seguridad
dentro de sus fronteras que serán reconocidas internacionalmente una vez que se
firmen los tratados correspondientes a la letra de los linderos establecidos en
la Resolución, y esperamos que se nos otorgue el mismo derecho.
Es
importante destacar que nuestro llamado a la paz no significa ignorar o eludir
nuestra responsabilidad en relación con los crímenes contra los derechos
humanos que han ocurrido en ambos lados. Reconocemos que se han cometido actos
inaceptables y condenamos cualquier forma de violencia o violación de los
derechos humanos de manera inequívoca. Estamos comprometidos con la justicia y
la rendición de cuentas, y trabajaremos en conjunto con la comunidad
internacional para garantizar que los responsables sean llevados ante la
justicia para que sean juzgados sin ningún tipo de privilegios que puedan
conllevar a la impunidad.
La
paz y la estabilidad en nuestra región requieren de un esfuerzo conjunto y
compromiso de todas las partes involucradas. Debemos superar nuestras
diferencias y centrarnos en la construcción de un futuro mejor para nuestros
pueblos. La paz no solo beneficiará a Palestina e Israel, sino que también
contribuirá a la armonía y la seguridad global.
Enfrentamos
desafíos significativos, pero creemos firmemente en el poder del diálogo y la
negociación para resolver cualquier conflicto. Invitamos a la comunidad
internacional a apoyar nuestros esfuerzos y a facilitar el diálogo entre
Palestina e Israel para alcanzar una paz justa y duradera.
Es
fundamental que ambas partes se comprometan de buena fe en el diálogo y la
negociación, reconociendo las legítimas aspiraciones y derechos del pueblo
palestino. Juntos, podemos superar los desafíos y construir un futuro en el que
ambas naciones vivan en paz y prosperidad.
Reitero nuestro compromiso con el
reconocimiento de la Resolución 181 de las Naciones Unidas y nuestro sincero
interés en establecer una paz duradera. No estamos en contra de la existencia
de Israel, sino que buscamos nuestro propio estado independiente y soberano
dentro de las fronteras establecidas en la mencionada resolución. Insto a la
comunidad internacional a apoyar nuestros esfuerzos y a respaldar un proceso de
paz inclusivo y justo.
En
tal sentido estamos realizando conversaciones con un grupo de países verdaderamente
interesados en brindar la facilitación necesaria para que la mesa de
negociaciones se pueda dar bajo un clima de alta diplomacia basada en el
respeto y la debida consideración.
En
conclusión, renovamos nuestro compromiso con la Resolución 181 de las Naciones
Unidas y nuestro deseo sincero de establecer una paz basada en la coexistencia
pacífica y la igualdad. Estamos dispuestos a trabajar incansablemente para
lograr este objetivo y pedimos su apoyo en nuestro camino hacia un futuro
mejor.
¡Muchas
gracias!